Uno: Los restos
Dos ancianos sentados en el banco
De una plaza. No se miran. No se hablan.
Parece que no quedan sino escombros
De un amor que los años han borrado.
Uno de ellos morirá. No habrá lágrimas.
La soledad se encargará del otro.
Dos: La inercia
Una madre cansada y aturdida
Por el pobre trajín de su jornada
Posterga con desgano su descanso
Y a un tiempo obligada y afectiva
Envuelve entre sus tetas y amamanta
A ese hijo que el azar le ha confiado.
Tres: El círculo
A solicitud de Ella un muchacho
Y una joven copulan. La desvirga.
Ahora Él no puede cerrar los ojos.
Fuma. Se moja la cara. Acaso
se arrepiente. Ella duerme tranquila,
Y Él vela su desnudez temeroso.
Cuatro: La observación
Un hombre que se sabe indiferente
No logra dormir. Yace en la vereda
Un perro callejero atropellado.
Sale en pijama a la lluvia y lo atiende.
Escolta su agonía hasta que cesa.
Toma la pala y lo entierra en su patio.
Cinco: La gratitud
Ya es de noche. Te demoras o esperas
En la esquina. Llueve. La paranoia
Te amaga. Esos fantasmas modestos
Que deshonran tus pesares. Te inquietas.
Una extraña de nombre Alicia roza
Tu mano porque adivina tu miedo.
Dos ancianos sentados en el banco
De una plaza. No se miran. No se hablan.
Parece que no quedan sino escombros
De un amor que los años han borrado.
Uno de ellos morirá. No habrá lágrimas.
La soledad se encargará del otro.
Dos: La inercia
Una madre cansada y aturdida
Por el pobre trajín de su jornada
Posterga con desgano su descanso
Y a un tiempo obligada y afectiva
Envuelve entre sus tetas y amamanta
A ese hijo que el azar le ha confiado.
Tres: El círculo
A solicitud de Ella un muchacho
Y una joven copulan. La desvirga.
Ahora Él no puede cerrar los ojos.
Fuma. Se moja la cara. Acaso
se arrepiente. Ella duerme tranquila,
Y Él vela su desnudez temeroso.
Cuatro: La observación
Un hombre que se sabe indiferente
No logra dormir. Yace en la vereda
Un perro callejero atropellado.
Sale en pijama a la lluvia y lo atiende.
Escolta su agonía hasta que cesa.
Toma la pala y lo entierra en su patio.
Cinco: La gratitud
Ya es de noche. Te demoras o esperas
En la esquina. Llueve. La paranoia
Te amaga. Esos fantasmas modestos
Que deshonran tus pesares. Te inquietas.
Una extraña de nombre Alicia roza
Tu mano porque adivina tu miedo.
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