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14 dic 2012


La muerte es cuando deja de gotear.
Es árida como un beso equívoco.
Es como esos silencios que no dicen nada.
Es un sueño dentro de un sueño olvidado
o la boca entreabierta que no halló un lenguaje.
La suspensión del bucle recursivo.
Un espejo ciego, un reloj quieto, una pipa seca.
Es la demostración empírica del ser
y la última conquista del nominalismo.
Y al morir, quizá descubra o comprenda
que el dolor, las caricias, los libros,
la geometría y los océanos
no estuvieron allí, ni yo.

Litografía: Endormie. Roland Topor.

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