Obra: Remedios Varo. "Fenómeno". |
Escribir frente a una pantalla. Los dedos se mueven sobre el teclado,
los ojos observan cómo se van formando palabras en un rectángulo de luz. Una
línea vertical aparece y desaparece, a la espera de nuevas palabras que vayan
surgiendo tras titubeos que serán tal vez pensamientos (o paréntesis en la
existencia).
La realidad se reduce al sonido de las teclas, a la sensación de
movimiento y presión de los dedos, al parpadeo que interrumpe momentánea e
imperceptiblemente la fluidez de la lectura, al frío del aire que espera cerca
de la nariz.
O tal vez no se reduzca en absoluto, porque al escribir se reduce, la
conciencia se amplía para recorrer la totalidad del cuerpo, lo que sucede en el
interior, los ruidos que provienen de afuera, y es como una piedra arrojada a
un estanque, con ondas que se expanden, por lo cual nunca puede reducirse.
En realidad, es la identidad la que quiere reducir la realidad.
Minimizarla para comprender, llevarla en el bolsillo, un sobre prolijamente
doblado en la mesa de luz.
Ampliar la identidad requiere aceptar la realidad de la alteridad.
Abrirse a la espera de otros dedos ojos teclados paréntesis piedras.
Reverberar en una sola multiplicidad.
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