Digo gracias buen día no
hay porqué
y una fuerza arrastra lo inmenso de un cadáver
su
estilo terco para el desencuentro
la
antesala de la noche
su
cama vacía
Digo está bien como quieras será
otro día
y esa fuerza se deshace en un juego derramado a su
estupidez
Pronuncio esta víspera como quien se engaña por
autocondolencia
fingiendo
historias que no son
arropando
sueños muertos en la cobardía ajena
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